La OIT estima que 100 mil personas mueren cada año a causa de trabajos vinculados a la exposición al asbesto, considerado mundialmente como un mineral cancerígeno. En Colombia este elemento es utilizado en diferentes elementos como tejas, cemento, plásticos, frenos para carros y materiales para construcción, entre otros. Y a pesar de la aprobación hecha en el país del Convenio 162 de la OIT referente a la utilización del asbesto (prohibición o sustitución), y a las continuas denuncias y alertas realizadas por diferentes organizaciones, incluido el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), en el país aun opera una mina de asbesto en Campamento, Antioquia.
Por tal motivo, el CCS ha hecho un llamado a los trabajadores para prestar mayor atención a las consecuencias directas que pueden causar entre las personas la contaminación cruzada, que ocurre cuando los trabajadores diseminan en sus casas contaminantes que llevan de su sitio de trabajo, tanto en la ropa, los zapatos o la piel. Esto puede ocurrir fácilmente cuando se manipulan elementos que contengan asbesto, debido a la gran dificultad que existe para que sus fibras se evaporen o disuelvan, en especial, las de menor tamaño, que pueden permanecer suspendidas en el aire por largo tiempo y así ser transportadas largas distancias por el viento y el agua antes de depositarse.
Su uso es apetecido debido a la alta resistencia a la tensión, flexibilidad y tolerancia a las sustancias químicas y a la descomposición térmica que presenta este mineral, sin embargo este puede ser reemplazado con fibras libres de toxicidad.
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